En su versión tradicional, la infusión de yerba mate se toma caliente y amarga, la mejor forma de disfrutar su sabor único y aprovechar sus magníficas propiedades
Aunque la yerba mate es muy versátil, tanto en su forma de preparación como en sus diversos beneficios para la salud; en su versión clásica se toma caliente y amarga. Esta es la forma predilecta de los argentinos, y no en vano es Argentina el mayor productor de yerba mate del mundo y uno de los principales consumidores: 8 de cada 10 argentinos toman mate.
Esta infusión siempre tiene como base hojas de yerba mate, las cuales han pasado por un proceso de secado y molienda que le otorgan su característico sabor amargo. En Argentina y otras regiones materas, el agua suele ser caliente (sin hervir) y se suele respetar el amargor original de la yerba; sin embargo hay muchas opciones para personalizarlo más adelante según sus preferencias.
Pero disfrutar un buen mate por la mañana o por la tarde ya no es un privilegio exclusivo de los argentinos; hoy podemos aprender de ellos a preparar y degustar una de las mejores bebidas del mundo.
¿Qué necesitamos para preparar un mate tradicional?
- Un mate (recipiente), una bombilla (tubo delgado para sorber la infusión) y preferiblemente un termo que ayude a mantener la temperatura del agua por más tiempo.
- Yerba mate de buena calidad.
- Idealmente, una pava para calentar el agua, ya que permite controlar mejor la temperatura.
Paso a paso: cómo preparar un mate amargo tradicional
- Calentar agua a punto de ebullición –entre 70 y 80ºC- sin dejar que hierva.
- Llenar 3/4 partes del mate con yerba.
- Tapar el mate con la mano, invertirlo boca abajo y sacudir suavemente para que se mezclen bien los componentes.
- Levantar el mate poco a poco hasta una inclinación de unos 45 grados y verter un poquito de agua tibia en el costado que tiene menos yerba, para humedecer el fondo.
- Aprovechando esa inclinación, introducimos la bombilla contra la pared interna, tratando de que quede fija y no moverla más adelante.
- Agregar agua caliente lentamente por el lado de la bombilla, hasta que la superficie se llene de espuma.
- A medida que la yerba absorba el agua y baje el nivel, se vierte de a poco más agua hasta llegar al tope. ¡Ya el mate está listo para disfrutar!
Los SÍ y los NO de la yerba mate
✔️El agua caliente es ideal para que emerjan mejor todas las propiedades del mate, ya que aumenta la solubilidad de sus componentes. Es recomendable mantener el agua caliente en un termo para que no pierda su temperatura ideal.
✗ Es muy importante que el agua no llegue al momento de ebullición, ya que la solubilidad aumenta tanto que en unas pocas rondas se extraen todas las sustancias y la yerba puede perder rápido su sabor.
✔️ Verter el agua en la yerba con sutileza y siempre por el mismo lugar.
✗ Cuidado de no empapar todo el contenido para poder disfrutar mucho más tiempo del sabor del mate
✔️ Aunque el mate clásico es amargo, algunas personas prefieren endulzar la infusión con un poquito de azúcar en la superficie de la yerba. También se le puede dar más sabor al mate colocando en el fondo unas cascaritas secas de naranja, limón o pomelo, u hojitas de menta, melisa o cedrón.
✗ La bombilla no debe moverse para no alterar el sabor del mate.
✔️ Se recomienda que los primeros sorbos de mate sean seguidos.
✗ No hay que tardar mucho en tomar el agua del mate para no dejarlo enfriar, y se debe tomar toda la infusión hasta que el mate ya no tenga agua.
Las “normas de etiqueta” de una mateada tradicional
- Aunque en tiempos de pandemia se recomienda tomar mate de forma individual; culturalmente se estila que el mate sea compartido por dos o más personas en rondas, compartiendo el mismo mate y bombilla. De hecho, tomar mate en Argentina se considera una razón para el encuentro y acercamiento social, por lo que generalmente se matea en grupo, una tradición que se remonta a la época de los gauchos tomando mate alrededor de un fogón.
- El primer mate lo toma el cebador (persona encargada de preparar el mate) y este mismo es luego el encargado de cebar el mate cada vez y pasarlo a cada uno de los miembros del grupo.
- Cuando baja la espuma y se desvanece el sabor, se debe sacar la bombilla y reemplazar la yerba.
- Decir “gracias” al cebador sólo cuando ya no queremos seguir tomando mate.
Aunque esta es la forma más común de tomar mate, ¡siempre está la oportunidad de añadir un toque personal! Además de la yerba tradicional, con palo o sin palo, hay yerbas saborizadas con frutas e incluso yerba con un extra de mateína para empezar el día con toda la energía. Y aparte de la presentación tradicional, se consigue también en saquitos para prepararla al igual que un té. En los días cálidos del verano también se puede preparar un rico tereré o mate frío; ¡no hay excusa para no disfrutar todos los beneficios del mate!
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